Mejora tus competencias de forma profesional ¿Te gustaría mejorar tu desempeño en tu trabajo?
Probablemente, has oído decir que para realizar un mejor trabajo, hay que “echarle ganas.” Bueno, desde una perspectiva de administración del desempeño, en realidad la fórmula para el alto desempeño es un poco distinta.
Entonces, ¿qué es lo que realmente necesitas para mejorar tu desempeño? ¿Cuál es el secreto que puede abrirte las puertas y llevarte a un nivel de efectividad en tu trabajo que antes parecía imposible?
La respuesta tiene que ver con dos variables: La efectividad gerencial y las competencias que tienes como profesional.
En resumidas cuentas, lo que te quiero comunicar es que para tener un mejor desempeño en tu trabajo, necesitas elevar tu nivel de efectividad gerencial. Para aumentar tu efectividad gerencial, necesitas trabajar y la mejora de tus competencias.
Mejora tus competencias, juntos exploremos qué significa esto.
¿Qué es la efectividad gerencial?
Tu efectividad gerencial es tu capacidad de alcanzar tus objetivos y producir los resultados que se esperan de ti sostenidamente, administrando correctamente de los recursos a tu disposición.
Para tener una alta efectividad gerencial, no es suficiente sólo cumplir con las tareas específicas que están asociadas a tu trabajo. Más bien, necesitamos estudiar otros factores que impactarán en la calidad del trabajo y la calidad de los resultados que producirás con tu esfuerzo. Y para poder realizar un trabajo de calidad, necesitas cultivar tus competencias.
¿Qué son las competencias y para qué te sirven?
Una competencia tiene tres aspectos:
- El nivel de conocimiento de algo.
- La experiencia y saber-hacer; la capacidad de lograr algo concreto y útil con ese conocimiento.
- La motivación y deseo para producir algo con ese conocimiento y experiencia.
Entonces, una competencia es capacidad de producir o lograr algo concreto y útil a partir del conocimiento adquirido, la experiencia ganada y la motivación necesaria.
Las competencias se van a manifestar a través de comportamientos. Por lo tanto, tienen tres características:
- Son observables. Es posible ver si alguien posee o no una competencia para algo.
- Son medibles. Es posible observar qué nivel de madurez presenta una persona en sus competencias. Por ejemplo, una persona puede tener sus competencias de ejecución muy bien desarrolladas; y, sin embargo, puede que sus competencias de liderazgo tengan un bajo nivel de madurez.
- Se pueden mejorar a través del tiempo. Debido que una competencia es un paquete de conocimientos y conductas, siempre es posible educar a las personas a lo largo del tiempo para que sus competencias crezcan y maduren.
Consideremos algunos ejemplos de competencias. Éstas son sólo algunas de las competencias más conocidas y deseadas en cualquier líder; es decir, reciben el nombre de competencias gerenciales.
- Trabajo en equipo
- Innovación y creatividad
- Pensamiento estratégico
- Orientación al cliente
- Agilidad de aprendizaje
- Inteligencia emocional
- Desarrollo de equipos de trabajo
Entonces, la efectividad gerencial está relacionada al nivel de madurez que logres en cada una de las competencias gerenciales que la integran. Si quieres mejorar tu desempeño — lograr consistentemente esos objetivos que te planteas al iniciar el año o el periodo — entonces tendrás que mejorar consistentemente las competencias que aún te faltan por madurar.
Pero, ¿cómo saber cuáles son las competencias necesitas trabajar? Pues bien, existen dos formas de identificar estas competencias:
- Realizar una evaluación 360°. El principal beneficio de un estudio 360° es que justamente así podemos obtener información detallada sobre las competencias de las personas. Al realizar un 360 con DEO Consultores, nuestros clientes identifican cuáles son las competencias que cada persona evaluada necesita cultivar que su desempeño mejore.
- Conocer los tipos de competencias para deducir cuáles son aquellas que a ti te falta madurar. Como veremos a continuación, las competencias están categorizadas en cinco categorías. Al conocer cada uno de éstos, puedes hacer introspección y estimar qué competencias necesitas trabajar.
Cinco tipos de competencias: los dominios
Las competencias se pueden agrupar en cinco macro-competencias llamadas Dominios.
Un dominio puede abarcar de 5 a 8 diferentes competencias que están relacionadas entre ellas. Juntas, estas competencias potencian el desempeño de ese dominio específico.
Así, tu efectividad gerencial depende directamente de tu desempeño en cada uno de estos dominios.
Durante muchos años, como director general y posteriormente como consultor, he estudiado diversas teorías relacionadas a la efectividad gerencial, algunas realizadas por universidades de prestigio, y otras por firmas globales de consultoría. Esto, aunado a mi práctica profesional de más de 30 años, trabajando con ejecutivos de diferentes empresas y ejecutivos de diversas partes del mundo, me ha llevado a construir un modelo de evaluación y mejora de la efectividad gerencial que está integrado por cinco dominios:
- Dirección
- Ejecución
- Colaboración
- Desarrollo de talento
- Efectividad personal
Ahora te explicaré brevemente qué representa cada uno de estos dominios.
Primer Domino: Dirección
Todo comienza cuando recibes la guía y la dirección de la empresa en la que trabajas. Lo que se espera de ti como gerente o líder es que comprendas el negocio y que seas capaz de construir objetivos desafiantes y alcanzables que contribuyan al logro de los objetivos de tu empresa. Que logres alinear tus objetivos a los de tu supervisor, colegas y tus reportes directos. Esto se llama dirección.
Segundo Dominio: Ejecución
Una vez construidos tus objetivos, se espera que puedas ejecutar las acciones necesarias que muevan consistentemente la realización de los objetivos. Que tengas la agilidad y flexibilidad gerencial de poder identificar a tiempo cuando un objetivo está fuera de lo esperado y que realices los ajustes necesarios para regresar el objetivo a la tendencia correcta.
Tercer Dominio: Colaboración
Ejecutar objetivos correctamente demanda concentración, dedicación, enfoque y disciplina. Y, también, se necesita una fuerte dosis de colaboración.
Todos los objetivos tienen que ver con la ayuda y contribución de otras personas. Por lo tanto, la capacidad de colaborar con otros es esencial en el progreso de tus objetivos. Desde luego, la organización también necesita de tu ayuda y tu contribución al logro de los objetivos de tu supervisor, tus colegas y tu equipo de trabajo.
Cuarto Dominio: Desarrollo de talento
Nadie es una pieza terminada. Sin importar cuánta experiencia tengas, siempre necesitarás aprender algo nuevo; por ejemplo, profundizar en la comprensión de una práctica o adquirir un conocimiento muy específico. Por lo tanto, es necesario que desarrolles tu talento para seguir mejorando. Y también es importante que tú contribuyas al crecimiento, desarrollo y mejora de las capacidades de tu equipo de trabajo. Desarrollar el talento es una inversión inteligente que te pagará grandes beneficios en el futuro.
Quinto Dominio: Efectividad personal
Tu estilo de trabajo, tu inteligencia emocional, tu carácter, personalidad, madurez personal, resilencia y fuerza de carácter determinan de forma importante tu nivel de éxito profesional. Por lo tanto, conocer y mejorar tu efectividad personal será determinante en tu desarrollo y crecimiento profesional en tu carrera.
En resumen
Tu capacidad de alcanzar tus objetivos y producir resultados depende directamente del grado de madurez que logres en cada uno de los dominios arriba señalados. Directamente ligado a la mejora de tus competencias.
Es importante que pongas atención en lograr un balance entre ellos. Si quieres mejorar tu desempeño, es importante que mejores en los cinco dominios. Tener uno o dos dominios con un alto desempeño y los otros tres con un desempeño bajo, no te ayudará a lograr una mejora de tu desempeño como la que tú deseas.
Cuida de trabajar en la mejora de cada uno de los dominios. En cada dominio, pregúntate cuáles conocimientos te hacen falta; cuáles habilidades desearías tener y aún no tienes. De este modo podrás ponerte en acción para hacer una mejora de tus competencias. Verás cómo va mejorando, periodo a periodo, tu capacidad de convertir tus objetivos en esos resultados que esperas y quieres lograr.